GANÓ COLOMBIA

Una vez más observamos al país futbolero ensimismado en las glorias efímeras de la Selección Colombia de fútbol, de la mano esta vez de Jorge Luís Pinto un técnico serio y trabajador. Y una vez más observamos con desparpajo, a los comentaristas deportivos hacer del jugador de turno ídolos de barro, que al menor error, son tumbados del pedestal de la misma forma como lo subieron. 

Si bien es cierto que debemos congraciarnos con los triunfos a nivel deportivo de nuestro martirizado país, también es cierto que debemos manejar el equilibrio emocional necesario que impida caer en los extremos del fanatismo a muchos, que cegados por la pasión, terminar en los hospitales, cuando no, en la morgue de algún anfiteatro. 

Hoy los noticieros de televisión no se cansaron de ponderar la maestría en el cobro del tiro libre de Rubén Dario Bustos, el héroe de turno, quien con su especial técnica para ejecutar tiros libres al mejor estilo de los brasileros, le ha permitido a Colombia disfrutar de una relativa paz futbolera en la búsqueda de un cupo al próximo mundial de fútbol organizado por la máxima rectora del balompié, la FIFA.

No es el mejor momento para crear en el colectivo ciudadano, la idea de una prematura clasificación, para después, como ha ocurrido en las últimas eliminatorias, caerle con saña al técnico de turno y a los jugadores, cual jauría de perros de caza ante la presa inerme. 

Ecuanimidad y tolerancia ante la derrota, demuestran la madurez psicológica del buen perdedor. Humildad y sabiduría en la victoria, demuestran la grandeza del que sabe que el triunfo es el resultado del trabajo honesto y sincero de un grupo de jugadores que saben y reconocen de la importancia de una eliminatoria, como vitrina vendedora de su talento deportivo, en la búsqueda de un mejor estar económico para los suyos. 

Ánimo Colombia, que los triunfos deportivos no sean motivo para exaltar el patriotismo de tus ciudadanos, sino que el día a día del trabajo honesto, sea el aliciente que impulse a tus hijos por fomentar una cultura de paz, tolerancia y respeto hacia los demás.